Todo el mundo sabe que cualquier momento es bueno para hacer deporte pero no es lo mismo practicarlo a primeras horas de la mañana, después de comer o por la noche ya que nuestro cuerpo y mente reaccionan de distinto modo.

Por la mañana

El 90% de la gente que lleva años o toda su vida haciendo ejercicio de forma habitual es la que entrena por la mañana. Una buena razón para decidirse.Quién no puede levantarse media hora o una hora antes para salir a correr, caminar o andar en bici estática en casa antes de ir al trabajo? La clave puede ser acostarte un poquito antes. Además, la gente que hace ejercicio matinal duerme mejor y necesita menos horas de sueño.

Si hacer ejercicio es lo primero que hará al levantarse, antes de ir al trabajo o a horas en que otras personas están desayunando o durmiendo, es difícil que algo pueda impedir hacerlo. Por la tarde pueden surgirte mil impedimentos: una reunión, recoger a los niños al cole, hacer la compra, una visita…

La práctica del deporte matutino aumenta la capacidad para enfrentar las actividades cotidianas, además de que a nivel fisiológico es lo más efectivo para quemar grasas. Se equilibra el sistema endocrino y los ritmos biológicos y se segregan las endorfinas de la felicidad que le harán sentirse bien ¿ Qué más se puede pedir?

 

Por la tarde

 El aspecto positivo del ejercicio a esta hora es la distracción, pues normalmente, los lugares son atractivos, entonces la persona puede salirse de la rutina y concentrarse en otras cosas fuera del trabajo. Se aconseja almorzar unas dos horas antes de practicar deporte, para luego comer un snack y tomar abundante líquido. En este horario, la temperatura del cuerpo comienza a aumentar y los músculos están más calientes. Por eso lo ideal son los deportes de resistencia (pesas), que apuntan a aumentar la masa muscular.

Hacer deporte por la tarde también tiene ventajas, como por ejemplo, que el riesgo de lesiones es menor porque la temperatura corporal es más alta y, también, nuestra fuerza muscular es mayor.

Sobre todo en verano se desaconseja la actividad física entre las 11 y las 16 horas por las altas temperaturas y el riesgo de deshidratación.

Por la noche

El ejercicio nocturno, por su parte, permite liberar el estrés y las tensiones acumuladas durante todo el día, pero no solo eso, al segregar endorfinas, éstas hacen que estés más dinámico y activo y puede llegar a ocasionar trastornos en el sueño.

Los expertos coinciden en que lo ideal es iniciar la rutina deportiva luego de un desayuno liviano. Sin embargo, para bajar de peso se recomienda la actividad física en ayunas. Al realizar cualquier tipo de ejercicio el cuerpo quema calorías. Si se hace después de haber comido, se queman las calorías de la última ingesta, especialmente los carbohidratos. Si se realiza en ayunas, en cambio, el cuerpo recurre a las reservas de energía, que es la grasa que tenemos almacenada. Para esto es necesario un estricto control médico y en ningún caso debe ser tomado como hábito.

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